HIEDRA O GRAMA?

AGUINALDO NAVIDEÑO 2009
HIEDRA O GRAMA?
Queridísimos Hermanos, Hermanas y Amigos laicos
de la Familia Orionísta.
Os escribo esta felicitación navideña en la capilla de nuestra seminario de Anyama, en Costa de Marfil, durante una pausa en esta tierra de Africa, definida por Benedicto XVI “pulmón espiritual del mundo de hoy” por su vitalidad exuberante y en gran parte incontaminada del nihilismo secular.
Esta mañana he caminado con un Hermano por una senda de “brousse”. Grama invadiente detenía la tierra al paso de la gente. Después la mirada ha ido a una hiedra trepadora en su curso arrogante en el tronco de un árbol alto. Un interrogante ha unido las dos imágenes: hiedra o grama?
Hiedra o grama? Ambas buscan la vida y el desarrollo que no tienen en sí mismas. Ambas no son autosuficientes. En el mismísimo instinto vital, la grama se dirige hacia abajo, a la tierra, mientras que la hiedra se dirige hacia lo alto, a la planta.
Hiedra o grama? La grama encuentra alimento fácil y precario en la tierra. La hiedra se dirige con dificultad, cada vez más arriba, y se alimenta de la vitalidad siempre verde de la planta.
Hiedra o grama? La condición de la vida humana nos une a todos en la radical fragilidad y en la búsqueda de las propias fuentes en otro lugar.
En la tensión hacia la vida – de la cual los pueblos africanos conservan exuberante necesidad y gozo -, muchos de nosotros han tenido la gracia de encontrar el árbol al cual atacarse, tal vez con desesperada esperanza, pidiéndole vida.
Sí, entiendo el árbol de la vida del Edén primitivo, el olivo bueno al que estamos injertados, la vida de la que somos sarmientos, la cruz de la que florece, eterna, la vida.
Es el árbol de Navidad plantado en medio de nosotros para hacernos como él.
Es Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, del cual todos tenemos gracia sobre gracia, vida en abundancia. Estar con Cristo significa estar con el árbol de la vida. En efecto El es un árbol de vida para el que se asocia a El” (San Agustín).
Es el cirio pascual en torno al cual se une nuestra fe en una confiada carrera hacia lo alto. “Precédeme columna de luz, árbol de la vida, esperanza sin igual: dime cuánto me ama Jesús” (Don Orione).
Feliz Navidad y feliz Año nuevo 2010, queridos Hijos de la Divina Providencia y Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad. Redescubramos con alegría nuestro esse ad Deum, ad sanctitatem. “Que todo hable en nosotros – exhorta Don Orione – de integridad y santidad de vida, de tal forma que el mundo tenga que decir maravillado: estos son los verdaderos hombres de Dios”.
Feliz Navidad y Feliz Año nuevo, queridísimos laicos y laicas del Instituto Secular y del Movimiento Laical Onionísta. Con Don Orione os repito Permaneced unidos al Señor y confiad en el Señor siempre. Animo, después llegará el Paraíso!.
Llegue mi felicitación navideña y de Feliz Año nuevo a cuantos vivís o frecuentáis nuestras casas, los colegios, las parroquias y las misiones, necesitados de pan, salud, dignidad y fe: perdonad nuestras faltas, bendecid al Señor, rezad por cuantos os hacen el bien.
Queridos Amigos y Bienhechores de la Pequeña Obra de la Divina Providencia “agradecido, ruego por vosotros, que os hacéis instrumentos de la Divina Providencia, y por vuestras familias”.
Todos, con Don Orione, renovemos generosos pensamientos de bondad.
“Haz, Señor, che vayamos siempre por el camino recto, bajo tu mirada, siempre a los pies de la Iglesia, con humildad, sencillez y alegría. Dulce Jesús!, Jesús amoroso, queremos amarte y servirte con grande caridad y santo consuelo, siempre contentos, y con santa esperanza amando y viviendo las cosas sencillas y pobres que nos has enseñado, oh Jesús!, con tu nacimiento, con tu vida y con tu muerte. Hacer siempre el bien, y hacerlo a todos, oh Jesús!, bendiciendo siempre”.
A todos, en el nombre de Don Orione, os deseo,
Feliz Navidad y feliz Año nuevo 2010!
Don Flavio Peloso FDP