Naturalmente, il fatto più importante è stato quello di avere con me, nella mia camera - dopo la cura conservativa nel laboratorio vaticano - e poi nella mia chiesa, la statua storica della Madre della Divina Provvidenza, da sempre conservata nella cappella del Paterno, a Tortona. Me la guardavo, me la abbracciavo e baciavo.
E' una statua, lo so, ma c'è una lunga e bella storia che ha lasciato i propri segni su quel legno del 1700: il foro della spada tolta dal petto (della statua) da Don Orione con i suoi ragazzi; i buchi degli orecchini messi da Don Orione alle orecchie (della statua) della Madonna; le scrostature provocate dalla catenella del grande cuore appeso al collo (della statua) con i nomi di Don Orione, dei ragazzi, discepoli, amici e benefattori.

Qui, a Monte Mario, la festa è stata celebrata soprattutto ieri, domenica 19 novembre. La gente si è "mossa" abbastanza, soprattutto alle Messe del mattino e a quella della sera, presieduta da Don Tarcisio Vieira, superiore generale, con una trentina di Confratelli convenuti dalle comunità vicine.
Don Orione non scelse questa statua come immagine ufficiale della Madonna in Congregazione. Lui, così affezionato a quell'immagine, spiegava che "non può essere proposta come Madonna della Congregazione perché non ha in braccio Gesù, e noi dobbiamo abituarci a vedere, in braccio a Maria, Gesù... la Madonna nostra, della Divina Provvidenza, è la Mater Dei, la onnipotente per grazia".
Ho visto il Superiore generale generale molto stanco alla Messa. Poveretto, al mattino era a Tortona per l'ordinazione diaconale e, alla sera, era qua. Ricordo di lui soprattutto un pensiero. Commentando il Vangelo del miracolo di Cana di Gallilea, ha sottolineato l'annotazione "e c'era Maria". "Anche nella prima casetta di Don Orione c'era Maria", ha osservato Don Tarcisio. "Come vanno bene le cose quando nella nostra vita personale c'è Maria. Fin che c'è Maria in Congregazione, nelle sue comunità, nei suoi progetti, nelle sue attività, la Congregazione si espanderà, prospererà e farà tanto bene".
Alla celebrazione, oltre ai Confratelli, era presente anche un buon gruppo di Piccole Suore Missionarie della Carità, il signor Javier Rodriguez, Coordinatore generale del Movimento Laicale Orionino, e Rita Orrù, Responsabile generale dell'Istituto Secolare Orionino.
La cena insieme ha concluso il bel momento di festa mariana e di famiglia orionina.

Oggi, 20 novembre, al mattino ho tenuto qui in Parrocchia, alla presenza della statua della Madre della Divina Provvidenza, un ritiro spirituale per le comunità religiose femminili. Il tema: "Pedagogia cristiana dalla storia della statua e dalla devozione alla Madre della Divina Provvidenza".

Non fidandomi di lasciare la cara e preziosa statua della Madonna nella chiesa durante la notte, lontana dalla casa di noi religiosi, in questi tre giorni, me la sono abbracciata e portata stretta (alta 98 cm, pesa 14,6 kg) dalla camera alla chiesa, su e giù più volte, al mattino presto e al buio di sera. Pensavo a Don Camillo che parlava con il suo Crocifisso. Io parlavo con la nostra Madonna.

Il 22 novembre, l'accompagnerò finalmente nella sua, e nostra, casa di Tortona che è "casa madre" soprattutto perché c'è stata e c'è Lei, la "Madre della Divina Provvidenza".
Là c'è la nostra patria, perché tutti là siamo nati, dalla nostra comune "Madre e celeste Fondatrice".

20 de noviembre de 2017

FESTEJADA LA MADRE DE LA DIVINA PROVIDENCIA.
PENSAMIENTOS Y AFECTOS.

La tarde del 20 de noviembre, fiesta de la Madre de la Divina Providencia, he estado realmente contento. Sin el sonido de las trompetas de las grandes ocasiones, ha sido sin embargo una fiesta de la Virgen, nuestra Virgen, la Madre de la Divina Providencia, que he vivido con recogimiento y gozo interior.

Naturalmente, el hecho más importante ha sido el de tener conmigo, en mi habitación  - después de la restauración en el laboratorio vaticano - y después en mi iglesia, la estatua histórica de la Madre de la Divina Providencia, desde siempre expuesta en la capilla del Paterno, en Tortona. La he guardado, abrazado y besado. Es una estatua, lo sé, pero hay una larga y bella historia que ha dejado sus propias señales sobre esa madera de 1700: el hueco de la espada quitada del pecho (de la estatua) por Don Orione con sus muchachos; los agujeros de los pendientes hechos por Don Orione en las orejas (de la estatua) de la Virgen; los arañazos provocados por la cadena del gran corazón colgado del cuello (de la estatua) con los nombres de Don Orione, de los muchachos, discípulos, amigos y bienhechores.

Aquí, en Monte Mario, la fiesta ha sido celebrada sobre todo ayer, domingo 19 de noviembre. La gente se ha "movido" bastante, sobre todo en las Misas de la mañana y en la de la tarde, presidida por Don Tarcisio Vieira, superior general, con una treintena de cohermanos que se han acercado de las comunidades cercanas.
            Don Orione no eligió esta estatua como la imagen oficial de la Virgen de la Congregación. Él, tan devoto a esta imagen, explicaba que "no puede ser propuesta como Virgen de la Congregación porque no tiene en brazos a Jesús, y nosotros hemos de habituarnos a ver, en brazos de María, a Jesús… nuestra "Madonna, de la Divina Providencia, la Mater Dei, la omnipotente por gracia".
            He visto al Superior General muy cansado en la Misa. Pobrecito, por la mañana estaba en Tortona para la ordenación diaconal, y por la tarde aquí. Recuerdo sobre todo un pensamiento de él. Comentando el Evangelio del milagro de Caná de Galilea, ha subrayado la anotación "y estaba María". "También en la primera casita de Don Orione estaba María", añadió Don Tarcisio. "Qué bien van las cosas cuando en nuestra vida personal está María. Mientras esté María en la Congregación, en sus comunidades, en sus proyectos, en su actividad, la Congregación se expandirá, prosperará y hará mucho bien".
            En la celebración, además de los cohermanos estaban presentes también un buen grupo de Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad, el señor Javier Rodríguez, Coordinador General del Movimiento Laical Orionista, y Rita Orrù, Responsable General del Instituto Secular Orionista.
            La cena juntos, ha sido la conclusión de ese bello momento de fiesta mariana y de familia orionista.
            Hoy, 20 de noviembre, por la mañana he tenido aquí en la parroquia, con la presencia de la estatua de la Madre de la Divina Providencia, un retiro espiritual para las comunidades religiosas femeninas. El tema: "Pedagogía cristiana de la historia de la estatua y de la devoción a la Madre de la Divina Providencia".
            No fiándome de dejar la querida y preciosa estatua de la Virgen en la iglesia durante la noche, alejada de la casa de nosotros los religiosos, en estos tres días, me la he echado a los brazos y así bien estrechamente abrazada (es 98 cm de alta y pesa 14,6 kg) la he llevado de la iglesia a la habitación, arriba y abajo varias veces, pronto por la mañana y ya oscuro por la noche. Pensaba en Don Camilo que hablaba con su crucifijo. Yo hablaba con nuestra Madonna.
            El 22 de noviembre, la acompañaré finalmente a su, y nuestra, casa de Tortona que es "casa madre" sobre todo porque ha estado y está Ella, la "Madre de la Divina Providencia". Allí está nuestra patria, porque allí hemos nacido, de nuestra común "Madre y celestial Fundadora".